El destino vacacional del 2012 fue tierras mapuche. Hace tiempo que estábamos con la idea de conocer el Parque Nacional Conguillío así que los pedales nos llevaron al sur.
Llegada a Melipeuco |
La idea era evitar Temuco, distante a 670 kms al sur de Santiago y llegar lo más cerca del parque. Con ese objetivo en mente tomamos un bus hasta Melipeuco, localidad a 30 kms de Conguillío y a 740 kms de la capital. La única línea que llega desde Santiago es Cóndor Bus, de la Flota Barrios. El pasaje en semi cama costó $24.500 y nos cobraron 5 lucas extras por bicicleta, pagamos el noviciado, pues a la vuelta la tarifa fue de 2 mil pesos, pero al menos ya sabemos como negociar para la próxima.
Salida desde casa
Comenzamos a pedalear desde la misma casa. Nos fuimos con las bicis cargadas hasta el terminal Santiago con dos horas y media de anticipación de la salida del bus para desarmar las bicicletas y embalarlas tranquilamente. El viaje duró 9 horas aproximadamente y el día en Melipeuco estaba ideal para pedalear. Unos 20 a 24 grados. El pueblo, cercano al volcán Llaima, tiene ese tono rural y cuenta con negocios para comprar provisiones. Los precios son normales y vale la pena no llevar tantas cosas desde Santiago y comprar ahí.
Dirección al Parque
Al salir de Melipeuco comienza el camino de ripio, que toma su tiempo de adaptación por el peso de las alforjas más cargadas de lo habitual con ropa gruesa además de una carpa nueva 2 kilos más que la que portábamos antes, pero de mejor calidad. Así disfrutamos de los primeros paisajes que regalan ese verde sureño tan acogedor combinado con el aroma a campo. A unos 4 kilómetros se llega a un cruce: a la derecha Laguna Icalma, a la izquierda te lleva al parque, esa dirección tomamos.
Ahí comienza un buen trecho de camino asfaltado que permite enfrentar más cómodamente un par de buenas subidas. Eso debe durar unos 10 kms para luego internarse al mundo 100% rural. Camino de tierra, predios y comunidades mapuche se cruzan a la vista. La cámara fotográfica entra en colapso porque todos los rincones son retatables pero decidí esperar un poco más y no abusar de los clicks en esa parte.
Un lugareño de Melipeuco me advirtió antes de salir que el camino es "muy transitado", el Parque Conguillío es una ruta turística por excelencia. Y era verdad, bastantes vehículos que en todo caso transitan con cuidado y respeto, excepto un pelotudo que venía en sentido contrario y que al vernos aceleró con la clara intensión de dejar una nube de tierra encima nuestro y el consiguiente peligro que nos salte alguna piedra. Pero bueno, tarados se ven en todas partes, lo bueno es que fue el único en todo el viaje.
Al correr de los kilómetros el verde campestre comienza a fundirse con los efectos de la
A poco rato aparece el letrero de bienvenida al Parque Nacional Conguillío. No se si les pasa a ustedes pero a mi me produce cierta emoción cada vez que uno alcanza esos hitos y agregar una imagen más a la bitácora de viajes.
Parque Nacional Conguillío
"Zona de Riesgo Volcánico los próximos 11 kilómetros" anuncia un letrero a metros de la entrada. Y claro uno mira hacia la izquierda y aparece imponente el Llaima, que sólo 4 años antes tuvo en vilo a los habitantes del sector. Extensiones de terreno sepultadas bajo cenizas y piedra volcánica indican el feroz despertar que tuvo el volcán recién iniciado el 2008. Por el otro se escucha correr un río haciéndole el quite a los desperdicios que dejó el macizo aquel verano.
Hay sitios de 10 y 15 mil pesos la noche que se diferencian por el tamaño. Cuentan con mesa y sillas rústicas, harto árbol que permiten cubrir las carpas del sol. Dispone de duchas con agua caliente y los baños son limpios y bien mantenidos. Venden algunas cosas básicas como shampoo, jabón, golosinas, galletas, cervezas, etc y de repente uno puede encargar algo cuando bajan al pueblo. No hay luz eléctrica.
Pasamos 3 noches y 4 días ahí. Al siguiente de instalarnos pedaleamos hasta el Lago Conguillío. Los primeros 2 kms y medio siguen en esa ruta de riesgo volcánico que le da todo un aspecto lunar, sobre todo al atardecer que con la luz del sol pegando desde el oeste se ve espectacular, parecido al Valle de la Luna pero en tonos oscuros.
Además sinceramente no le encontré mucha gracia al Lago Conguillío, según me decían tenía poca agua este año, pero de todas maneras fue grata la tarde que pasamos echados guata al sol y cerveza en mano en su orilla. Ahí se puede comer, hay un boliche que vende empanadas, humitas y bebestibles. Eso si, es el doble (o triple) de caro. Un dato interesante es que para acampar hacen precios especiales a ciclistas, mochileros y motoqueros: 5 mil pesos la noche por persona.
El regreso fue bien entretenido, luego de la subida por el bosque de Araucarias comenzamos a bajar hasta la zona de riesgo volcánico. Se agarra buena velocidad si se desea, no dudé en soltar frenos cuando pude y sortear esa ruta arenosa que tiene su grado de dificultad técnica.
Al salir del bosque aparecen los faldeos del Llaima, eran pasadas las 19 horas y como les comenté anteriormente el paisaje era espectacular, la luz que caía sobre el terreno daba un ambiente lunar, el negro era brillante a un lado del camino, y al otro el verde se acentuaba con el espejo que producía la Laguna Verde que conocimos en su esplendor el día siguiente. Es ahí cuando uno dice ¡cómo no va a ser hermoso este deporte, si la bici te lleva a cualquier parte!
Al salir del bosque aparecen los faldeos del Llaima, eran pasadas las 19 horas y como les comenté anteriormente el paisaje era espectacular, la luz que caía sobre el terreno daba un ambiente lunar, el negro era brillante a un lado del camino, y al otro el verde se acentuaba con el espejo que producía la Laguna Verde que conocimos en su esplendor el día siguiente. Es ahí cuando uno dice ¡cómo no va a ser hermoso este deporte, si la bici te lleva a cualquier parte!
Laguna Verde
¡Qué lugar más agradable y hermoso! está a 1 kilómetro del camping. La laguna era una taza de leche, su verde se distingue a la distancia. Rodeada de amplias playas mezclas de arena y residuos volcánicos. Su aguas cristalinas y cálidas son aptas para bañarse tranquilamente y las playas amplias dan la opción de tener mucho espacio y privacidad para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad del silencio. Estuvimos un día completo entre el agua, la arena, fotografiando paisajes, flora y fauna y caminando alrededor de la laguna donde cada vuelta, cada rincón era más lindo que el anterior.
La retirada
Habían pronosticado lluvia para el fin de semana así que viajar el día anterior era una buena opción. Una mantención a las bicis antes de cargarlas, desarmamos el campamento, dejamos todo bien limpio y nos fuimos en dirección al Lago Conguillío nuevamente. Ahora nos tomamos con calma el camino, el peso de las alforjas nos exigían subir caminando algunas cuestas y teníamos cerca de 55 kms que pedalear hasta Curacautín.
El camino al Lago Conguillío pasó tranquilo, pero de ahí hasta la salida del Parque fue un infierno. cerca de 4 kilómetros de cuestas extremadamente empinadas y largas nos hacían imposible pedalear y no nos quedó más remedio que subir caminando, lo cual resulta muy agotador cuando hay un gran peso que remolcar hacia la cima. A eso le sumo una repentina molestia en una rodilla y a cada esfuerzo extra sentía fuertes puntadas, por suerte pedalear con fijaciones permite, en estos casos, cargar el peso en una pierna más que la otra y de esa manera saqué adelante el problema, además decidí subir un poco el asiento para estirar más la pierna y eso ayudó bastante.
Ahí es un buena oportunidad para plantearse la ruta y para una próxima oportunidad pensar en hacerla al revés. Pero el esfuerzo vale la pena cuando uno llega a Laguna Captrén. Al final el lugar siempre tiene una sorpresa, un rincón que compensa la aventura. Ahí paramos un buen rato para luego seguir la ruta a Curacautín.
En la salida norte del parque el guardia nos aseguró que en 2 horas comenzaba a llover. Calculé que en ese tiempo alcanzábamos a llegar al pueblo, sin embargo no contaba con que ese camino no sería amable conmigo. Un pinchazo en la rueda trasera y un desperfecto en la parrilla (saltó un perno y tuve que ingeniármelas para poder seguir usándola) nos quitaron el tiempo suficiente para que 13 kms antes de Curacautín la lluvia se dejara caer con furia recordándonos que el sur es indómito. Por suerte no hacía frío así que lo único fue llegar mojado hasta las uñas y pedalear con extremo cuidado tratando de ser lo mas visible posible en la carretera.
En resumen, el periplo de 9 días y 194 kilómetros por La Araucanía fue maravilloso: hermosos parajes, buen tiempo, una buena cuota de aventura, conocimos gente agradable, el lugareño es amable y hay precios para todos los bolsillos. Si aún no recorren esa zona no duden en ir. Sólo tienen que preparar bien la logística pues el sur está lleno de sorpresas, sobre todo el tiempo.
GALERÍA DE IMAGENES
Ruta Melipeuco - Conguillío |
Ancianos en Lago Conguillío |
Sector riesgo volcánico parque Conquillío |
Sector riesgo volcánico parque Conquillío |
Sector riesgo volcánico parque Conquillío |
Sector Laguna Verde - Parque Conquillío. |
Fauna Parque Conguillío |
Parque Conguillío |
Parque Conquillío |
Sector Laguna Verde |
Lago Arcoiris |